La población judía en Portugal se remonta a la época del Imperio Romano. Una población que fue creciendo y que tras la expulsión de los judíos de España, llegó a contar con 120.000 miembros de esta comunidad. 

La memoria de los judíos y los forzados conversos ha dejado un legado vivo en su arquitectura, costumbres y la identidad de sus habitantes. 

El recorrido por Portugal incluye la visita a pueblos únicos, prácticamente intactos. Pueblos en dónde los conversos practicaron secretamente su judaísmo durante generaciones.  Uno de los infaltables del tour es el encuentro con los descendientes de estos judíos, hoy convertidos en Comunidad Judia, herederos directos de la tradición Sefardí.